El 25 de Marzo 2014 publicamos un post titulado “El Maltrato a la Ortografía”, que está teniendo un tremendo éxito por lo que parece, y en los lugares más llamativos:
- 68,5% de las visitas provienen de las Américas (mayoritariamente Latinoamérica, aunque con un grado significativo de visitas procedentes de los EE UU y Canadá)
- 27,6% de Europa (mayoritariamente España)
El resto, de lugares tan poco habituales en lo que a nuestro idioma se refiere como la India o Japón.
Es decir, que el interés por la ortografía existe. Esto debería volver loca de alegría a mi amiga Penny, inglesa bilingüe residente en Baleares que se caracteriza entre otras muchas cosas y virtudes por un cuidado casi obsesivo del lenguaje tanto hablado como escrito, como por su defensa a ultranza de los animales. Y aunque ambas diferimos respetuosamente en ciertos aspectos de la filosofía animalista, nos une nuestro amor por la corrección en el lenguaje.
No deja de ser triste que tanto Penny como mi abuela, cuya lengua materna también era el inglés y hablaba un castellano impecable aunque con un acento atroz, muestren mayor respeto por nuestro idioma del que nosotros mismos tenemos.
Hablar y escribir correctamente, incluso en mis odiados SMS y WhatsApps, no resta espontaneidad a nuestros mensajes y facilita mucho la vida al lector destinatario de los mismos. No se trata únicamente de escribir correctamente las palabras, sino de utilizar signos de puntuación tales como puntos, comas, punto y coma, etc. De un tiempo a esta parte estos signos tan útiles para enfatizar, aclarar o cerrar parecen haberse convertido en algo verdaderamente exótico e infrecuente.
¿No les pasado alguna vez leer un mensaje carente de signos de puntuación “de corrido” y tener la sensación de que se iban a asfixiar? Pues, por caridad ¡utilicen los signos de puntuación!
Y si no tienen claro cómo hacerlo, este enlace les resultará de lo más útil.
http://lorien.die.upm.es/~macias/docvarios/301_Reglas_puntuacion.htm
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